LUIS ARTURO GOMEZ HINCAPIÉ fallecido el miércoles 14 de abril de 2010, en la ciudad de Bogotá, a las 13:20 horas.
Nació en Sevilla (Valle del Cauca – Colombia), el 24.de junio de 1913, y falleció a los 96 años y 10 meses, a causa de múltiples quebrantos de salud.
Ruego a toda su familia y amigos, acompañar con sus oraciones el alma de nuestro padre., abuelo, hermano, esposo y amigo.
La velación se llevó a cabo el jueves 15 en la Funeraria de la Candelaria, cra. 13 No. 34-83, T. 2878811; la eucaristía de la exequias, el viernes 16 a las 10:20 am. En la iglesia del Espíritu Santo (Cra. 17 con Calle 39A, del Barrio Teusaquillo; y la cremación en el Parque Cementerio Los Olivos.
CON CRISTO PARTICIPA YA DE SU MUERTE Y CON ÉL RESUCITARÁ
Que descanse en la paz del Señor.
Lo encomendamos a la misericordia del Señor y de la Buena Madre
MENSAJE DE BERNARDO GOMEZ HINCAPIÉ A LA
FAMILIA GOMEZ OSORIO:
Hubiera sido para mí de mucho agrado el haber podido viajar a Bogotá para acompañarlos en esta enorme congoja, pero la salud de Stella no me lo permitió.
Han perdido a un padre que luchó por décadas al lado de su inseparable Margarita por una familia numerosa; y como el patriarca Jacob, peregrinó de una parte a otra buscando para su descendencia mejores oportunidades.
Fue un ejemplo de valores: la tenacidad, la fé en Dios, la constancia, el amor al trabajo, el optimismo, el cariño por sus hijos y por su inseparable esposa, fueron cualidades que ornaron la vida sencilla de un padre, que para privilegio de los suyos Dios le concedió largos años.
Perdure en todos ustedes esta imagen benigna de un padre abnegado, que permaneció al pie de su barco, pese a las fuertes oleadas.
Un abrazo muy sincero a cada uno de ustedes y uno mi voz de aliento para que continúen su ejemplo de fortaleza.
Los queremos mucho, Bernardo y Stella
Santiago de Cali, Abril 16 de 2010
Silencio y paz.
La música fue sumergida en las aguas profundas, y todas las nostalgias gravitan sobre las llanuras infinitas.
Se acabó el combate. Ya no habrá para él lágrimas, ni llanto, ni sobresaltos. El sol brillará por siempre sobre su frente, y una paz intangible asegurará definitivamente sus fronteras.
Señor de la vida y dueño de nuestros destinos, en tus manos depositamos silenciosamente este ser entrañable que se nos fue.
Mientras aquí abajo entregamos a la tierra sus despojos transitorios, duerma su alma inmortal para siempre en la paz eterna, en tu seno insondable y amoroso, OH Padre de misericordia.
Silencio y paz.
PALABRAS DE JAIME GOMEZ EN LAS EXEQUIAS
Gracias papá por todo cuanto nos diste. Sabemos que siempre estarás con nosotros en espíritu, porque la vida y la muerte son una, así como el río y el mar son uno también.
¿Y qué es morir sino quedar desnudo en el viento y disuelto en el sol?
¿Y qué es dejar de respirar sino liberar el aliento de su incesante vaivén, para que pueda elevarse y expandirse, y ya sin trabas, buscar a Dios?
Solo cuando bebamos del río del silencio, es cuando cantaremos la verdad.
Y cuando hayamos coronado la cima de la montaña, comenzaremos a descender.
A menos que busquemos el secreto de la muerte en el corazón de la vida, lo encontraremos.
Así como el búho, cuyos ojos noctámbulos son ciegos en el día, no puede descubrir el misterio de la luz.
Si queremos contemplar el espíritu de la muerte, debemos abrir de par en par nuestros corazones al cuerpo de la vida.
Papá, OH gran alma y poderoso espíritu, te has extinguido y desapareciste. Con sus alas sombrías, la muerte te ha llevado a lo desconocido… pero, aunque no puedan verte ya nuestros ojos, sabemos que estás más lleno de vida que nunca. Libre de las cadenas terrestres, desde el seno de la celestial luz donde moras, no dejarás de seguir la obra de tus hijos, y poder sentar tu radiación fiel sobre nuestra floración predestinada.
Si algo tuyo debiera sobrevivir y conservarse entre nosotros, en este mundo donde todo pasa, quisiera que fuese el ejemplo, el amor, la honestidad, la honradez, la humildad, la tolerancia y la fe que nos inculcaste, conquistada y compartida como antorcha de Eleusis adornada con ciprés negro y estrellado narciso; dedicó esta gran alma halada, para conducirnos al fondo de los misterios, y podamos propagar el fuego sagrado, anunciando la aurora de la grande luz.
Que Dios y María Santísima premien con bendiciones la obra que hiciste en vida y que tus hijos sigamos estos ejemplos de fidelidad que nos has dejado.
Dios te bendiga para siempre, papá.
DALE SEÑOR EL DESCANSO ETERNO
QUE DESCANSE EN PAZ - AMEN.
MAYO 15 DE 2010 - EUCARISTIA DE ANIVERSARIO
En la Iglesia de San Alfonso - Oficiada por el Pbro. Medardo Hincapié, y visita al CENIZARIO de Arturo Gómez Hincapie.
